Essere – Vida y Salud

3 verdades sobre la Psicología

Muchas veces nos encontramos con mitos relacionados con la psicología que suponen una barrera a la hora de decidir ponerse en tratamiento psicológico. Por eso hemos querido acercarla más a lo que realmente es.

 

– La psicología es para locos.

Cuando aludimos a esta afirmación expresamos que la psicología solo es para aquellos casos en los que los trastornos mentales son muy graves. Tenemos en mente la típica persona metida en su «locura» como paciente modelo para un psicólogo. Sin embargo nada más lejos de la realidad.
La psicología supone un medio para «enfrentar nuestros conflictos, dolor, problemas que nos impiden avanzar para lograr tener una mayor calidad de vida y, en definitiva, para mejorar nuestra salud«. El psicoterapeuta, acepta, acoge, abraza a la persona y su situación para conseguir a través del autoconocimiento y el diálogo, dotar al paciente de herramientas que le permitan avanzar en su vida. Por tanto, cualquier persona en algún momento, puede necesitar apoyo psicológico, ya que la vida además de brindar momentos maravillosos, también supone vacío, tristeza, apatía etc. En esta línea, la psicología permite no solo no huir de estas emociones y sentimientos, sino aprender a gestionarlos para, en definitiva, tener más salud y abrazar la vida desde todas sus vertientes.

 

– No necesito un psicólogo. Un amigo puede hacer lo mismo y encima no me cobra.

Quedar con algún amigo puede aportarnos una gran felicidad y tranquilidad a la hora de asumir nuestros conflictos. Sin embargo, un psicoterapeuta no es un amigo sino que te ayuda y te acoge desde una visión profesional y amplia de lo que es la salud mental.
Un psicoterapeuta, independientemente de las corrientes desde las que trabaje, utilizará las herramientas y habilidades profesionales que aporta la psicología para que el paciente pueda enfrentarse al dolor y a los problemas que puedan impedirle avanzar. Por ello, no desempeñara nunca el rol de amigo sino de un profesional del cambio, que recibe a la persona y aporta sus conocimientos para que el paciente, desde su autonomía, pueda mejorar su salud psicológica.

 

– Las terapias son muy largas, duran años

Esta idea está muy extendida en nuestra sociedad. La duración de la terapia dependerá fundamentalmente de la psicopatología o problemática del paciente, por lo que no se puede generalizar con su duración.
También es un aspecto que depende del trabajo que realice la persona, ya que no debemos olvidar que quien hace posible el cambio en su vida es el paciente.
Un psicólogo no «cambia mentes» sino que empodera y otorga habilidades a la persona para que sea ella misma la que afronte sus conflictos.

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